Recordamos aquí una magnífica banda sonora, ganadora de Oscar, de Dari Martinelli. Aparte de su impresionante fuerza en su sencillez, con una perfecta melodía como tema central, que expresa perfectamente el estado de ánimo que inspira el título destaca la integración de los sonidos de una máquina de escribir en la partitura, como vemos sin ir más ejos en la secuencia inicial:
Aunque de índole totalmente distinta, me recuerda a otra magistral combinación de sonidos mecánicos en una banda sonora, la de Bailando en la Oscuridad, protagonizada por la propia Björk, autora de la música: